
Emprender desde la maternidad. No es un camino fácil. Algunas, al ser madres, siguen el trayecto iniciado antes, tal vez transformándolo bajo el prisma de la maternidad. Otras renunciaron a sus trabajos para poder maternar en exclusiva y decidieron comenzar una nueva historia cuando las atenciones al bebé concedieron tiempo a repensarse profesionalmente.
Sea cual sea el camino emprendido, la tribu, el sostén, es básico, casi que indispensable. Ya sea la pareja, un familiar, una amistad, un pequeño círculo de amigas o una comunidad de madres como lo es Mamífera. Porque la madre inicia o reanuda un camino empresarial donde la toma de decisiones es imperantemente influenciado por la intensidad cotidiana, el caos hormonal, las dudas, el cansancio, el agotamiento. Encontrar soporte, escucha, puede darnos alas para poder volar más libres de cargas, más convencidas, más atentas, más sabias.
No es un camino fácil, no, y así como la maternidad, está lleno de frustraciones, aprendizajes, satisfacciones y superaciones que nos empoderan y a la vez se reflejan en el espejo de nuestras hijas y nuestros hijos.
Si realmente lo que deseas es emprender, hazlo, con seguridad y rodeada de aquellas personas que estarán ahí para ayudarte cuando tus fuerzas lo necesiten.
Si eres madre, participas en el diseño y/o creación de tus productos o servicios ecosostenibles, escríbenos para formar parte de la comunidad Mamífera.
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«Madres Creando, Madres Criando»